La AGG premia labor gerencial
“Donde veas un negocio exitoso, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”. Peter Drucker
ROBERTO WAY MENÉNDEZ
Fue en el año 2005 que en el seno de la Asociación de Gerentes de Guatemala surgió la iniciativa de rendir un justo y merecido homenaje a aquellos gerentes que, a través de una exitosa gestión al frente de sus empresas, han sido pioneros en el desarrollo de nuevos y creativos conceptos de negocios, lo que ha propiciado el crecimiento de sus operaciones y contribuido significativamente al desarrollo de nuestro país.
Fue así como nació el galardón “Gerente del Año”, el cual tradicionalmente es presentado en la celebración del Día del Gerente, instituido oficialmente el 13 de octubre con motivo de nuestro aniversario de fundación.
La emoción que se vive cada año en esta magna celebración es única, pues cada una de las tres propuestas para las dos categorías, expansión y creatividad e innovación, así como la distinción especial a una destacada trayectoria empresarial, es una motivadora historia de éxito en la que confluye la habilidad gerencial con el mejor y más genuino espíritu emprendedor.
Como experiencia personal, en la medida que medito y reflexiono sobre lo que cada uno de estos destacados guatemaltecos nos deja con su ejemplo de trabajo e ingenio, encuentro valiosas enseñanzas de vida que vale la pena compartir.
Una de ellas es que todos, sin excepción, han construido una visión que tiene un propósito bien definido, acompañado de una fuerte determinación por alcanzarlo, sin importar los obstáculos que se presenten. Tienen esa cualidad de ver el futuro en el presente y de no esperar a que las oportunidades lleguen, sino de salir en su búsqueda.
Ciertamente se cometen errores en el camino, pero la consigna es “seguir para adelante”, como afirma uno de ellos, adaptando los planes, si las condiciones así lo requieren, en un proceso de aprendizaje continuo.
Decisión para tomar riesgos, creatividad e inventiva, facilidad de comunicación, buenas relaciones con su personal y capacidad de organización son los pilares de su actuación, con clara consciencia de que la imagen de la empresa, su sobrevivencia en el largo plazo, el compromiso social adquirido y la propia realización profesional, dependen de la búsqueda constante de la calidad de los productos que se ofrecen y un sólido código de valores éticos.
Y, finalmente, un importante y llamativo detalle: todos ellos son triunfadores que comenzaron sus aventuras empresariales cuando contaban con entre dieciocho y veintitrés años. Ejemplos inspiradores para nuestros jóvenes, que tanto necesitan de buenos modelos a seguir en esta convulsionada época, de lo que se puede lograr si se proponen alcanzar sus sueños con trabajo y determinación.
¡Felicitaciones!