La buena empresa, estudio sobre RSE

“The proper business of business is business”

La buena empresa, estudio sobre la responsabilidad social corporativa, es un trabajo editado en español gracias a la colaboración entre la Universidad Francisco Marroquín y el conocido semanario británico The Economist.

Un libro que trata la responsabilidad
social corporativa.

El autor del texto es el famoso investigador y columnista británico CliveCrook. Su esfuerzo produce un trabajo de investigación relacionado con el mundo de los negocios, los bienes públicos y la ética empresarial. Todo ello para desarrollar un argumento crítico alrededor de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

El primer capítulo está dedicado al origen, desarrollo y proyección de la RSC. A través de un análisis, sin duda atrevido y políticamente incorrecto, se pretende mostrar cómo el movimiento de la RSC está equivocado y sus efectos son terriblemente negativos para la sociedad. Posteriormente, el texto se sumerge en un segundo capítulo en donde se presentan los tipos de RSC existentes en la actualidad.

El investigador inglés presenta cuatro tipos de RSC: la buena gestión, la “virtud ajena” y, por último, las responsabilidades sociales y delirantes. La categorización desarrollada se basa en la relación existente entre utilidades objetivo lógico en un proyecto empresarial y bienestar social –concepto realmente problemático y generador de muchas dudas por su alto nivel de abstracción.

Las preguntas que se hace Clive Crook son ¿Tiene la empresa que practicar la filantropía obligatoriamente y por norma? ¿Es bueno que las empresas se preocupen de la provisión de bienes públicos y bienestar social? Con base en lo anterior se abre un tercer capítulo sobre la naturaleza del propio sistema capitalista, que casi, sin querer, nos conduce al penúltimo apartado del texto dedicado a Adam Smith, uno de los mayores exponentes de la economía clásica, y al verdadero significado del concepto “bien público”.

El argumento del economista y filósofo escocés es la esencia para nuestro autor- del sistema capitalista y lo que explica el desarrollo de un gran número de países y sociedades.

Adam Smith y su teoría dibujan, además, el razonamiento más potente contra la RSC. Su mano invisible considera que la búsqueda del interés propio ayuda a la comunidad y eso se opone a los argumentos de la RSC.

Clive cierra su trabajo al responder dos preguntas ¿qué deben hacer las empresas? y ¿qué debe hacer el gobierno? El autor señala que las primeras deberían dedicarse a lo que mejor se les da, generar productos de máxima calidad al menor precio posible para satisfacer la demanda de los consumidores. El gobierno, por el contrario, tendría que ocuparse de los bienes públicos y de mediar entre los conflictos existentes en la sociedad. La RSC parece ser la respuesta a muchos de los problemas de naturaleza pública que existen en la actualidad; sin embargo, su baja comprensión del sistema capitalista y su miopía a la hora de ver qué funciones deben cumplir las empresas e instituciones gubernamentales no sólo complica, sino que mina el camino para solucionar la amplia batería de problemas que nuestras sociedades tienen a futuro.

Eduardo Fernández Lui– a
Profesor UFM
efernandez@ufm.edu

 

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