La fe mueve montañas… y turistas

A lugares sagrados y rutas que permiten hacer un alto en el camino

Esquipulas y Antigua Guatemala son los destinos turísticos del país más visitados con fines religiosos.

La visita a centros de fe mueve en todo el mundo entre 30 y 330 millones de personas, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Los musulmanes deben visitar La Meca por lo menos una vez en la vida. Durante la celebración anual de la pascua, los judíos se dicen “el próximo año nos veremos en Jerusalén”. Y allá van, año con año millones de judíos, y también cristianos y musulmanes hacia la “ciudad santa”.

Guadalupe, Fátima, Lourdes, San Pedro en El Vaticano acogen a millones de personas. Otros tantos miles y hasta millones siguen al papa, quien acaba de congregar a 6 millones de personas en Filipinas en una sola misa.

Pero cualquiera de estas celebraciones palidece en número al compararla con lo que sucede en Allahabad, India, donde se celebra el festival religioso más grande del mundo, el Majá Kumbhamela, una ceremonia de iniciación en la cual a diario se bañan en el Ganges (la Madre), hasta 7 millones de personas. En el día de mayor afluencia, la ciudad puede albergar a 30 millones de peregrinos. Es también la fe la que ha movido durante siglos las rutas de peregrinos, entre las más célebres, el Camino de Santiago, España.

Las peregrinaciones y el turismo espiritual están cobrando una creciente importancia a nivel global, señala la OMT. Más allá de los beneficios económicos también se debe tener en cuenta dice la OMT la “contribución positiva de las peregrinaciones al crecimiento sostenible y la paz internacional”. El reto es hacer que el turismo religioso fomente la comprensión, y el respeto por los distintos valores espirituales, una tarea que no es fácil cuando media el fundamentalismo, que es la interpretación literal de los textos sagrados y la aplicación intransigente de una práctica o una doctrina establecida.

Héctor Pineda, gerente general
de Tour & Guide Travel Services
y guía de turismo.

El turismo religioso en Guatemala tiene sus principales destinos en Esquipulas y en la Semana Santa. Sin embargo, también pueden ser considerados turismo religioso interno las fiestas patronales, los rezados, las peregrinaciones y las rutas específicas. Héctor Pineda, gerente general de Tour & Guide Travel Services y guía de turismo desde hace 24 años, llama la atención sobre el sincretismo religioso que se da en el país y cómo es una riqueza que no se ha explotado.

El Cristo de Esquipulas ha sido visitado desde hace siglos en viajes a pie, en mula, por caminos de herradura, viajando durante días y noches. Según datos del Inguat, la Villa de Esquipulas recibe anualmente 3 millones de visitantes, de los que 1.2 millones visitan la Basílica. La mayoría de los peregrinos lo hacen en viajes particulares provenientes de Guatemala, El Salvador, Honduras y del sureste mexicano. El Inguat la tiene catalogada dentro de “La ruta santa del peregrino” y la misma comprende a 13 municipios de 3 departamentos.

Maru Acevedo, subdirectora del Inguat señala que tienen registradas 32 peregrinaciones que llegan a Esquipulas, tales como la “Novena del Cristo Negro”, que es una peregrinación con romeristas de Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Tabasco y Puebla, y que visita Guatemala desde hace 60 años; la caminata de los guadalupanos que llega desde Metapán, El Salvador, en la que participan unas 600 personas; la cabalgata del Tío Tin que son personas que llegan a caballo desde hace 86 años; la Travesía Montecristo que se realiza desde hace 10 años en la que participan personas de México, Canadá, USA, y Colombia; la peregrinación de bicicleta de ciudad de Guatemala en la que participan unas mil personas y que se realiza desde hace 43 años; la peregrinación de Palencia, una tradición que se cumple desde hace 19 años y en la que los peregrinos llegan a pie. Probablemente, la más famosa es la Caravana del Zorro que se realiza desde hace 52 años y que en febrero de 2015 estuvo cerca de entrar al récord Guiness, con la participación de 35 mil motoristas.

Aunque los romeristas viajan con otra lógica en cuanto a la exigencia de servicios, es también importante mencionar que los servicios turísticos deben cumplir con estándares de calidad no solo en la infraestructura sino también en el servicio y sobre todo con señalización adecuada. Pineda cuenta que en la ruta de Esquipulas se atiende sobre todo a turistas provenientes de Centro y Sur América, y aunque vienen a ver manifestaciones religiosas, lo hacen más bien desde una visión cultural.

El otro foco de turismo religioso es la Semana Santa, tanto en La Antigua Guatemala como en ciudad Guatemala. Pineda comienza la promoción de paquetes para Semana Santa con diez meses de anticipación, y su principal mercado es Estados Unidos, Europa y Sur América. Ofrece un paquete que inicia el sábado previo a la semana santa y que concluye con el Domingo de Resurrección.

En esa oferta se combina el turismo religioso con otros destinos culturales, e incluye visitas al centro histórico de Guatemala, participación en la elaboración de alfombras, visita a los sagrarios el Jueves Santo en La Antigua, acompañamiento de las principales procesiones el viernes santo en la misma ciudad, visita a los altares en casas particulares, visita de un día a Tikal y visitas opcionales a san Juan Comalapa, Mixco Viejo o Iximché.

En años recientes se ha promocionado el vuelo de los barriletes de Sumpango  y de Santiago Sacatepéquez como parte de las celebraciones religiosas, 
así como la Caravana del Zorro, una peregrinación en moto hacia Esquipulas.

El costo por persona con hospedaje en La Antigua, en Semana Santa, ronda los US$1 mil 700 e incluye hospedaje, desayunos, ingresos, guías y traslados. Con hospedaje en ciudad Guatemala el paquete puede costar US$1 mil 100. Pineda comenta que los turistas se muestran satisfechos, asombrados por la religiosidad, el tamaño de las andas y la devoción para hacer las alfombras.

Agrega que, una buena recomendación repercute en cuatro turistas más, pero una mala experiencia se refleja en diez personas. Añade que en los últimos años ha aumentado el turismo centroamericano y el de Chile, echa de menos que haya más apoyo del Inguat para la promoción de este turismo en particular y señala que los tour operadores en América del Sur siguen sin conocer a Guatemala como destino en Centroamérica. Sin embargo, también es cierto que en la página www.visitguatemala.com se encuentra información oportuna en inglés y castellano, pero el sitio de dominio .org se encuentra a la venta en internet.

Hay otras manifestaciones religiosas como la Ruta del Peregrino que ofrece la posibilidad de visitar lugares emblemáticos de la vida del Santo Pedro de Betancourth. A juicio de Pineda, hace falta impulsar más esta ruta y potenciar la visita al templo de San Francisco en La Antigua. Existen además otras rutas como la peregrinación del primer viernes de cuaresma desde ciudad Guatemala al santuario de San Felipe de Jesús, la que ha ido muriendo, en parte, a causa de la inseguridad.

De igual manera, hace falta dotar de infraestructura y fortalecer la celebración del Día de los Santos Difuntos, que para los pueblos originarios representa una fecha importante. En los últimos años se ha promocionado el vuelo de los barriletes en Sumpango y en Santiago Sacatepéquez pero hay otras manifestaciones religiosas y culturales que no se conocen. Por ejemplo, la importancia y las manifestaciones particulares que hay alrededor de esta fecha en el pueblo q’eqchi’, en la Verapaz.

Pineda también llama la atención sobre el vacío que hay para otras manifestaciones de sincretismo religioso combinando por ejemplo con visitas a San Simón, en San Andrés Itzapa y a Maximón, en Santiago Atitlán. De igual manera está descuidada la atención para quienes viven según la espiritualidad maya y recuerda que hace años existía el tour xamánico, que se trabajó junto a universidades de Estados Unidos y en el que se hacía una inmersión dentro de la cosmovisión maya y se visitaban centros ceremoniales. En este sentido, el Inguat ha desarrollado la “Ruta de los baktunes” en la que el turista puede conocer 11 ciudades antiguas, aunque el énfasis es cultural, podría explorarse para darle un sentido espiritual.

Hay otro mercado que ha ido creciendo y es el de los mormones. Aunque no hay evidencias históricas, se cree que Jesús visitó lo que hoy conocemos como el Mundo Maya, e identifican, no oficialmente, una ciudad llamada Bountiful con el Mirador o con Tikal. Otros sitios que son importantes para la fe de los mormones son Tikal, Kaminal Juyú e, incluso, el lago de Atitlán.

El lago de Atitlán también resulta un punto importante para quienes creen en las energías de la Tierra y del Universo, y este será a futuro un mercado muy especializado que necesita atención, pero que ya está ofreciendo servicios en varios puntos del país. Aunque el objetivo sea la fe, son usuarios que necesitan servicios de primera calidad, infraestructura, seguridad, señalización adecuada, mapas turísticos reales y respeto para sus diversas manifestaciones espirituales.

Roberto m. Samayoa o.
Periodista
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.org.gt

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