Los trabajadores exitosos buscan la excelencia

Enfocarse en lo que realmente nos interesa garantiza un mejor futuro

La planificación debe ser para todos. Y en el ámbito profesional es necesaria no solo para definir el futuro profesional, sino para responder a nuevos intereses, necesidades particulares o mantenernos actualizados.

El plan profesional comienza desde que elegimos una carrera, es el momento cuando decidimos a qué nos queremos dedicar. Sin embargo, a lo largo de la vida productiva debemos mantenerlo activo, con la flexibilidad de hacer los ajustes o modificaciones necesarias, para garantizar las mejoras y abrirnos a nuevos conocimientos, especialmente, si son de actividades por las que sentimos atracción o un gusto importante por realizarlas.

Esos cambios pueden implicar estudiar una nueva carrera o perfeccionar las habilidades y mejorar los conocimientos de la que ya poseemos. De allí que, sin importar en qué punto de la vida profesional nos encontremos, debemos hacer una preevaluación que nos permita conocer nuestra situación actual. De esta forma, podremos saber hacia dónde enfocar las mejoras. Para ello, los expertos recomiendan responder a las preguntas ¿eres feliz con tu trabajo?, ¿al final del día te sientes productivo?, ¿tu trabajo te provee tranquilidad financiera?, ¿la relación con tus jefes y compañeros es cordial?, lo que haces hoy, ¿te inspira a seguir creciendo?  Sin duda, esta información proveerá datos de interés para planificar un futuro mejor.

Seguidamente, investiga cómo andan tus fortalezas, debilidades y oportunidades. Estas cambian constantemente debido a factores internos y externos. Por ejemplo, hay profesiones que requerían muchas destrezas artísticas en el pasado, y hoy se pueden hacer en segundos con simples aplicaciones o programas digitales.

Haz una lista con los nuevos objetivos. Estos deben ser claros, concisos, realistas y contar con un límite de tiempo. Analiza si cuentas con los recursos de tiempo y dinero para lograrlos y determina qué esperas alcanzar cuando los concretes. Pon un orden en la lista y las fechas de compromiso, que serán útiles para fijar las metas.

Con la información recabada, diseña un plan de acción detallado, busca a las instituciones que te van a apoyar académicamente y comprométete contigo mismo. Toma un tiempo para revisar el progreso y las fechas de cumplimiento. Si en algún momento fallas en alguno de los objetivos, no lo tomes como un fracaso, simplemente modifícalo y ajústalo hasta alcanzarlo.

Recuerda que, el desarrollo académico personal es un proceso continuo que no termina y que beneficia la salud mental e intelectual de las personas. Tener un plan será importante para saber en dónde estás ubicado y hacia dónde te quieres mover.

Por ello, si la empresa pone en marcha un plan cada comienzo del año, haz tu plan de mejora personal y persevera hasta alcanzar los resultados. La Asociación de Gerentes de Guatemala cuenta con programas calificados para apoyar tu crecimiento profesional y que forman parte de la membresía, conócelos a través de www.agg.com.gt.

Finalmente, acompaña el plan de mejora personal con algunas acciones de beneficio personal. Por ejemplo, de chequeos médicos generales, de actividades que te ayuden a liberar el estrés, de una alimentación sana y balanceada, de ejercicio regular, de alejarte de malos hábitos, del cuidado de tus finanzas personales, entre otros aspectos que contribuyen a alcanzar el éxito. Mantén presente que, la vida es muy valiosa y merece un buen plan para vivirla.

Redacción
Revista Gerencia
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