Merecido reconocimiento por una larga trayectoria empresarial
Juan Luis Bosch cuenta con 44 años al frente de una gestión exitosa
Es el presidente Chairman de CMI Capital. Una corporación multilatina fundada por su abuelo, Juan Baustista Gutiérrez, en 1920. Hoy en día, generan inversión, empleo y desarrollo en la región, cuentan con más de 40 mil colaboradores en 16 países y 2 continentes.
La agrupación incluye a CMI Alimentos, molinos de trigo, producción de pasta y galletas, industria avícola, porcícola, procesados y fabricación de embutidos; alimentos balanceados para animales y mascotas, e industria de restaurantes, con su marca insigne, Pollo Campero, por mencionar algunas.
CMI Capital lidera proyectos de generación de energía renovable; desarrollo de proyectos inmobiliarios y negocios de servicios financieros. Así también, Bosch es director de Banco Industrial y Pronaca, y ha presidido la Cámara de Industria y el Cacif.
Para Bosch, el tiempo ha pasado muy rápido. Comenta que, su primer cheque lo recibió en marzo de 1972. Dos años más tarde, se encontraba al frente de la empresa y que, desde ese entonces se ha preocupado por cumplir con los valores y principios de su abuelo. “Hemos logrado hacer amigos con quienes trabajamos juntos”, cuenta a Gerencia. Esta es una familia multilatina que no solo incluye a su núcleo familiar, sino a personas muy talentosas con quienes han logrado caminar en la dirección correcta.
Bosch cuenta que, nunca esperó llegar a tener una responsabilidad tan grande a sus 22 años. Pero esa fue la decisión de la familia ante la muerte de padre y tío, en un accidente aéreo cuando Guatemala se vio afectada por el paso del huracán Fifi. Desde entonces, “he estado acompañado por mentores, ejecutivos, que son como mis hermanos, y a quienes valoro muchísimo”, dice este exitoso gerente.
Es así como han integrado un grupo de trabajo permanente, en el que hay de todo tipo de conocimiento. “Lo que más hay es unidad y disposición por estar bien comunicados, generar nuevas iniciativas e implementar todo lo nuevo que viene”, dice Bosch, quien agrega con mucho orgullo que, entre sus hermanos y primos, lograron responder en forma unida a tan grave pérdida y ver hacia adelante.
Como receta de éxito, Bosch identifica respetar los valores y principios del fundador, a quien le deben lo que son. En cuanto a filosofía empresarial, según dice, es “reír”. “Hay que reírse y no por matarse de la risa. Mi abuelo decía que hay que ir a trabajar contento y salir feliz y realizado. Así surgió nuestra filosofía corporativa, que nos identifica como CMI y está basada en reír”.
Eso significa, ser responsables con todo lo que emprenden, buscar la excelencia permanente y respetar a las personas y los tratos. “Tenemos talleres, cursos y nosotros mismos vamos a las empresas para generar ese ambiente familiar. Trabajamos en equipo y controlamos acuerdos para y hay cumplimiento, confianza y, sobre todo, cariño”, comparte con nuestros lectores.
De los momentos difíciles, Bosch ha aprendido grandes lecciones. Entre ellos, recuerda en época del conflicto cuando tuvo que viajar a El Salvador, porque les habían bombardeado 6 tiendas; o cuando fue el Terremoto de 1976, cuando cayeron los silos de Molinos Modernos, y tuvo que viajar a las 6 de la mañana a contratar maquinaria para levantar el trigo. Por supuesto, el más reciente la pandemia por el Covid 19, en la que pusieron en marcha avances tecnológicos importantes.
“Campero no podía abrir, y lo único que nos podía ayudar era la innovación. En Estados Unidos seguimos operando a través de la App, innovamos también en centros comerciales para que la gente pudiera seguir viendo a través de las aplicaciones. Por supuesto, también tomamos decisiones muy duras. Por ejemplo, no cobramos la renta si nuestros clientes estaban obligados a cerrar, pero esto desarrolló mucha lealtad y compromiso”, afirma.
Bosch les envía un mensaje a los jóvenes del país. “Cuando uno es joven no solo tiene la energía y las ideas, sino que el día tiene 24 horas para lograrlas. Yo les diría: nunca desfallezcan, busquen su futuro, enfóquense en los objetivos y logren realizarlos de forma productiva, pero basados en principios y valores. Si actúan por el bien y de buena fe, nunca se van a arrepentir. Sean gente de bien y luchen por sus ideales. Nada es fácil, pero si se tiene claro, si se enfoca el esfuerzo, se logran muchas de las ideas”.
Por otro lado, también aconseja tomar en cuenta al planeta. “Ya llegamos a los 8 mil millones de seres humanos, actúen en equipo, sean buenos para comunicarse y sean humildes en perdonar. Si uno se cae, se tiene que levantar rápido. Para lamentarse, no hay tiempo. Además, hay muchas formas de emprender, con coaches y con gente que ayuda, por ejemplo, la empresa Multiverse que ha sacado adelante a muchísimos emprendedores”.
En la vida siempre hay un método mejor para hacer las cosas. “Mis profesores de ingeniería industrial me dijeron eso alguna vez y todo el tiempo he podido comprobar que es así. Los jóvenes son los que se limitan. Acabo de estar en uno de los proyectos que es Renace, y me encontré con un grupo de ingenieros que me dieron la sorpresa de que ahora contamos con un centro de operaciones virtual. Tecnología cien por ciento de San Pedro Carchá, y los ingenieros son de Cobán. Estoy orgullosísimo de mi gente”, ratifica el ahora Gerente de Trayectoria Empresarial, nombrado por la AGG.
En Campero Estados Unidos siempre han contado con mucha competencia. “Es como vender cocos en el puerto”, dice su directivo. Aún así, en días recientes abrieron 5 sucursales más en el país extranjero”.
Bosch finaliza con que, Guatemala saldrá adelante con las 5 P: luchar por un país próspero, productivo, permanente -con visión de largo plazo- y que genere paz. “Y esto se logra con organizaciones como la AGG, las cámaras empresariales del país, los empresarios y, sobre todo, la juventud y el pueblo de Guatemala, que somos gente que nos gusta trabajar y lograr el éxito.
Ileana López
Periodista
Revista Gerencia
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