Panorama y cifras del sector agrícola

A finales del siglo pasado y a partir de la crisis de precios en el mercado de futuros del café, la producción agrícola se reinventó y vio nacer otros productos

Por años se ha dicho que Guatemala es un país eminentemente agrícola. Y no es para menos, pues este sector es uno de los más importantes en la estructura del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Aunque ya no ocupa el primer lugar, como lo hizo durante muchísimo tiempo, hasta casi finales del siglo pasado, sigue siendo un sector muy importante. Cifras del Banco de Guatemala al tercer trimestre del año recién finalizado dan cuenta de que la actividad agrícola, ganadera, caza, silvicultura y pesca representa el 13.5 por ciento del total del PIB. Con ello se posiciona en el tercer lugar de los sectores productivos del país, tan solo por debajo de las industrias manufactureras y de los servicios privados, con el 17.6 por ciento y el 15.8 por ciento, respectivamente.

Su crecimiento es aceptable, pues casi siempre se ubica alrededor de la media del crecimiento total del PIB. Para ese tercer trimestre del año pasado, reflejaba un crecimiento del 2 por ciento, respecto de igual período de 2017, aunque un trimestre antes el crecimiento había sido del 4 por ciento. Guatemala crecía, hasta ese momento, a un ritmo de 3.5 por ciento anual, que fue la cifra promedio con la que cerró el año 2018.

Guatemala no es un país que se distinga por la constante actualización de sus cifras. De hecho, las del Banco de Guatemala son las mejores y más actualizadas, pero suelen tener datos finales casi con un año de atraso y no siempre son los mismos. En su reporte Guatemala en Cifras 2018, no puntualiza la estructura de integración del PIB, de la misma forma que lo hizo en su reporte del tercer trimestre de cada año y de allí que GERENCIA utilice ese dato, por ser más puntual.

De acuerdo con la página de reportes Wikiguate, la producción agrícola de Guatemala se constituye en el sector productivo con mayor importancia, ya que aporta el 61.5 por ciento de las divisas por exportaciones y emplea a cerca de 2 millones de sus habitantes. Este último dato no puede ser corroborado por las cifras oficiales del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), pues en esta entidad no se registra a la totalidad de los trabajadores del país, dado que muchos no son reportados. Las cifras más actualizadas del seguro social reportadas por el Banguat aseguran que existe 1.3 millones de guatemaltecos registrados como trabajadores, de los cuales 149 mil 253 participan en el sector agrícola, convirtiéndolo en el cuarto sector empleador del país, detrás los servicios (663 mil 731), el comercio (269 mil 676) y la industria manufacturera (160 mil 265).

Hasta la década de los 80, del siglo pasado, Guatemala se había caracterizado por tener una economía basada en la exportación de productos tradicionales como el café, el azúcar, el banano y el cardamomo. Pero esa estructura fue cambiando, principalmente empujada por las crisis mundiales de los precios del café. Para entonces la introducción de Vietnam a la estructura de países productores de ese aromático se convirtió en una de las causas principales de la crisis cafetera, pues inundó el mercado de futuros del grano y puso por los suelos su precio. Tal situación provocó una crisis sin precedentes en Guatemala, y esto desató la quiebra no de cientos, sino de miles de pequeños y medianos productores locales.

Transición obligada

Pero bien dicen que no todo es malo, pues esa misma crisis orillo a una diversificación mayor en la producción agrícola del país, abriendo paso a mucho otros productos no tradicionales que hoy por hoy le dan auge a las exportaciones del país.

Guatemala, en la actualidad, se caracteriza por tener una mayor diversificación y una economía agrícola más sustentada en otros productos que ya no son los tradicionales. La producción de arveja china, espárrago, brócoli, chile pimiento, aguacate, papa, cebolla, zanahoria y frutas, como el mango, le han dado nuevos y mejores bríos a la producción agrícola del país, entre otra amplia lista de productos de exportación.

Reportes de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) aseguran que, en las últimas tres décadas, el sector agrícola del país se ha posicionado como un importante proveedor de frutas y vegetales de primer nivel hacia mercados como Estados Unidos, la Unión Europea, Asia y Latinoamérica. Sin duda alguna, el trabajo de esta agrupación se ha convertido en un bastión importante de ese crecimiento y expansión, pues se ha dado a la tarea de promover y acercar las oportunidades de mercado, el financiamiento y las mejores tecnologías a los productores agrícolas guatemaltecos.

Las estadísticas dan cuenta que, las frutas frescas se convirtieron, en 2017, en los productos agrícolas más exportados, posicionándose con el 60.7 por ciento del total de lo exportado a todo el mundo, seguidas del cardamomo, con un 15.6 por ciento, y los vegetales frescos, con un 11.1 por ciento. El total de lo exportado ese año por el sector agrícola guatemalteco se calcula que ascendió a unos US$1,628.7 millones, cuyo destino principal es el mercado de Norteamérica, hacia donde se exportó alrededor de US$1,124.9 millones.

El café se ha convertido en un producto de exportación para mercados más especializados y ahora se ubica en mercados gourmet. Sin perder su calidad y altos niveles de producción y exportación, ha dejado de ser la base de la exportación agrícola del país, cediendo su lugar a productos no tradicionales que han mostrado una mayor eficiencia en su producción y comercialización. Este exitoso cambio, en buena medida, debe reconocerse como un esfuerzo de la Agexport, que se ha dado a la tarea de buscar mercados y de apoyar y orientar a los productores para que posicionen sus productos de mejor forma, con técnicas modernas de producción, pero también de comercialización.

Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
Revista GERENCIA
cmoralesmonzon@yahoo.com

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