Resiliencia empresarial en época de crisis

¿Qué hace resiliente a un líder?

En cierta ocasión alguien preguntó a San Ignacio de Loyola cuánto tiempo le tomaría recuperarse, si viese que la obra de toda su vida había sido en vano. El santo caviló brevemente y respondió: “10 minutos”.

Atravesar el dolor y el desencanto de las crisis sin abrumarse no es fácil. Pero todos conocemos, personal o laboralmente, individuos y empresas que se adaptan velozmente a los cambios, transforman las crisis en oportunidades, se recuperan rápidamente ante los contratiempos y se mantienen calmados, constructivos y optimistas, alentando a los demás. Esta es la resiliencia empresarial, la que posee cinco características centrales.

La adaptabilidad
Al respecto, Maya Angelou, escritora, cantante, poeta y activista estadounidense, dijo: “si algo no te gusta, cámbialo. Si no lo puedes cambiar, cambia tu actitud”.

Hace ya varios años, en una corporación multinacional magnánima que proveía mucho bienestar a sus colaboradores (quizás excesivo); el sindicato hacía lo que le venía en gana, y ejercía presión a través de barricadas y huelgas con el objetivo de satisfacer sus absurdas demandas. Vino un nuevo gerente, rechazó las amenazas, encaró frontalmente los abusos y -luego de una crisis temporal- el sindicato cedió y la situación regresó a una “nueva normalidad”, no más “vacas sagradas”. Un estudio de DCode EFC Analysis de Yahoo Finance, muestra cómo hoy, con la crisis de la pandemia, empresas como Amazon (19%), Zoom (93%), Shopify (54%) han subido el precio promedio por acción -reflejado en el paréntesis- gracias a su adaptabilidad, mientras que otras en las industrias de la hospitalidad, manufactura o financiera, lo han bajado.

¿Cuáles son las prácticas empresariales “intocables” que dejarán de serlo ahora, porque la realidad lo está demostrando? Los líderes y empresas resilientes se adaptan y remontan en la adversidad, replantean los retos como oportunidades para mejorar los procesos y ven en las crisis un momento perfecto para desafiar prácticas pasadas vistas como “intocables”. Sin adaptabilidad, empresas y líderes corren el riesgo de la obsolescencia, la irrelevancia o la quiebra.

Por ello, un primer paso es hacer algo distinto, no importa mucho qué. La meta es quebrar la parálisis.

La confianza en sí mismo
Martin Luther King, Jr. decía que, “la medida final de un hombre no se da cuándo está en sus momentos de confort y conveniencia, sino cuando atraviesa por épocas de desafío y controversia”.

Los líderes resilientes logran autoconfianza porque tienen las agallas para solicitar retroalimentación a sus colegas y colaboradores. Por otro lado, encuentran mentores-modelos que la transmiten actuando de forma decisiva, no se autocritican en exceso, son consistentes en lograr credibilidad, anticipan los problemas y hacen planes de contingencia. La pregunta es, ¿qué de esto está haciendo usted para enfrentar mejor la crisis y lo que vendrá después?

La compostura
El político y abogado estadounidense Woodrow T. Wilson era de la opinión que, “un juicio sereno vale más que mil consejos precipitados. Se trata de ser una fuente de luz, no de generar un calor sofocante”.

Ser resiliente implica mantener y modelar la compostura, manejar su propio estrés durante las crisis y centrarse en aquello que puede controlar. Así también, comunicarse con calma y reflexivamente, ser abierto e invitar al equipo a abrirse. Mostrarse vulnerable, pero tranquilo, y transmitir al equipo una perspectiva balanceada y enfocada en las prioridades clave. Cuidar el sueño, la alimentación, el ejercicio y nutrir su sistema de relaciones cercanas. Si quiere ver la compostura en acción, vea la película “Apolo 13”, y observe la conducta del director de la misión, “Gene Cranz”.

El optimismo
“La esperanza es como un sendero en el campo; nunca hubo un sendero, pero cuando mucha gente lo camina, el sendero nace a la existencia”, eran palabras sabias del escritor chino Lin Yutang.

Los líderes resilientes son capaces de proveer una visión con esperanza, al mismo tiempo que comunican la verdad sin adornarla. Valoran los esfuerzos de las personas, utilizan sabiamente el “storytelling” –aún en los pequeños éxitos cotidianos- y saben que “ir con el flujo” y construir sobre los esfuerzos de otros es más valioso que nadar contra la corriente. Cuando Los Beatles eran una banda musical de muchachos hacinados en un cuarto pequeño y sucio de un hotel en Hamburgo, y no se veía esperanza, Lennon preguntaba, “¡¿chicos, a dónde vamos?!”, y los otros 3 respondían “¡a la cumbre!” Lennon insistía, “¿cuál cumbre?”. Y la respuesta era “¡la más alta de las cumbres!”.

La recuperación
La escritora estadounidense, Harriet Beecher Stowe, una vez dijo, “cuando estés en un lugar sofocante en tu vida y cuando todo parece estar en contra tuya, entonces, no te des por vencido, porque ese es el lugar y el momento en que la marea cambiará a favor tuyo”.

Las empresas resilientes se recuperan con rapidez de los contratiempos y de los desencantos. Son realistas al confrontar las circunstancias presentes, proveen una perspectiva racional, ajustan las metas y requieren una rendición de cuentas acerca del logro de las mismas. Estos líderes están convencidos de que, la mayoría de las dificultades son temporales o situacionales, no se ven como la causa de las mismas y transmiten esta perspectiva de recuperación a sus equipos cuando confrontan los desencantos. Anticipan los problemas y empatizan con los demás para ayudarlos a seguir avanzando. Están consciente de que, el fracaso es parte de la vida simplemente por ser humano y, sobre todo, aprenden de los errores, que es una habilidad crítica no solo para la resiliencia sino para lograr éxitos a futuro y para construir una mejor autoregulación de las emociones.

Ahora que conoce la “receta” de la resiliencia. ¿Cuál será su primer paso?

Ramiro Ponce
Consultor, coach y entrenador
en Latinoamérica
Especialista en cambio y Liderazgo
rponce54@gmail.com

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