Trabajo en equipo, una vía hasta la cumbre

La expedición requiere de un grupo de personas con habilidades complementarias, con un propósito común con el que todos se consideren comprometidos

Un gran alpinista afirma que escalar una montaña es como crecer en nuestro interior. En ocasiones la vertiente es demasiado dura, los músculos se tensan, los dedos se aferran fuertemente a las rocas; cada gesto debe de ser preciso, medido; no se puede dejar nada al azar; un paso en falso significa la caída. Pero, una vez superada la cima, el hombre emerge triunfante sobre todas las pruebas y es capaz de realizar lo que antes no habría podido hacer.

Trabajar en una empresa con los compañeros es comparable con escalar una montaña. Se producen acontecimientos que nos van dando más seguridad y confianza entre nosotros mismos y en el propio equipo, que nos hacen superar los problemas. Pero, trabajar en equipo también tiene ciertas dificultades.

En la montaña cuando la vía para subir es más difícil de lo que pensábamos, retrocedemos un poco para coger otra un poco más sencilla, pero no por ello tenemos la impresión de estar perdiendo tiempo. Pues en los grupos de trabajo ocurre lo mismo.

Los equipos sufren problemas de comunicación, conflictos entre los miembros, malas relaciones interpersonales, etc. Pero, cuando volvemos a centrarnos en el origen del problema, lo solucionamos y reestablecemos un buen clima laboral, es como si hubiéramos superado una de las montañas más difíciles y abruptas existentes.

El conflicto entre compañeros dentro de una empresa no debe ser tomado como negativo, sino más bien como una apuesta a que el grupo se supere y salga más fuerte que antes. Si pensamos que las dificultades son oportunidades para mejorar, poco a poco los problemas se irán solucionando por sí solos.

La buena comunicación, la confianza en sí mismo y en los demás, no se consiguen de un día para otro. Se trata de asegurar cada uno de nuestros pasos (al igual que los anclajes en una escalada) y poco a poco ir realizando una base en donde establecer dichas relaciones. No lo olvidemos: un equipo es un grupo de personas con habilidades complementarias, con un propósito común con el que todos se consideran comprometidos.

Hagamos a todos los miembros del grupo responsables de la subida a la montaña y responsables de la cohesión del equipo. Si todos queremos subir, subiremos; pero, para ello, debemos tener paciencia, confiar los unos en los otros, ayudarnos y colaborar mutuamente, ser responsables de nuestras áreas y afrontar los problemas con objetividad. De esta forma, el equipo crecerá y cada día se pondrá metas más elevadas.

Al igual que para un escalador, cuanto más difíciles son las pruebas superadas, más fuerte y capacitado se forma.

José E. García
Con información de
Boletín Equipo Humano
www.equipohumano.com

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