Transporte personal sustentable

La búsqueda de la aplicación de nuevas fuentes energéticas ha sido prioridad para la industria automovilística

Nissan Leaf es una de las mejores aplicaciones del sistema eléctrico en transporte personal, cuenta con cinco años de existencia y es de gran aceptación.

Los automóviles con funcionamientos a base de diversas formas de energía son tan antiguos como los carros mismos. De hecho, el primer vehículo autónomo registrado en la historia es el enorme triciclo de Cugnot de 1770. Sin embargo, el mejor aprovechamiento energético exigido por la sociedad moderna, ha hecho que el tema resurja con mayor detenimiento y cuidado en la actualidad.

El principio es básico: la energía no se crea ni destruye, sino se transforma. Esta ley de la conservación de la energía supone el reto creativo industrial para lograr transportar un objeto con la mejor eficiencia posible; es decir, utilizando la mayoría del combustible en el movimiento.

Los térmicos

Desde principios del siglo XX, el desarrollo automotriz se enfocó en los motores de gasolina, alcohol y diésel. Aquellos cuya transformación produce, especialmente, movimiento y calor. Su coste es bajo, pero se considera que solamente del 20 al 25% del combustible se transforma en movimiento, y el restante es calor, fricciones, etc. La entrega de torque o fuerza, así como potencia o velocidad, se realiza en un desarrollo que dibuja una gráfica con forma de S.

Sin embargo, su fuente es finita y los efectos de sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) son perjudiciales para el medio ambiente. De esa cuenta, la búsqueda de aplicación de nuevas fuentes energéticas es prioridad en la industria.

Electrizante realidad

Los autos eléctricos han tenido su mayor desarrollo en los carritos de golf. Esos simpáticos vehículos alcanzan miles de ventas anuales, por lo que, son una industria no despreciable como fuente de investigación y desarrollo.

Los motores eléctricos entregan una gran cantidad de torque o fuerza desde el inicio de su funcionamiento.

Desde 1997, el Toyota híbrido Prius ha registrado la venta de más de 7 millones de unidades a nivel mundial.

La clave ecológica en este segmento es la delegación de responsabilidad energética, es decir, qué elemento de la cadena resulta siendo el contaminante primario. Por ejemplo, si un carro eléctrico no emite gases contaminantes, pero su generador de energía lo hace a través de búnker, diésel u otro combustible fósil, el resultado final no tiene ninguna ventaja social sensible en comparación con un motor térmico.

La mejor aplicación al transporte personal se encuentra en el Nissan Leaf, cuya aparición está por cumplir 5 años, y contabiliza más de 150 mil unidades. Al preguntarle a José Luis Valls, director general de Nissan para Latinoamérica, sobre las prioridades de lanzamientos del Leaf en distintos países, su respuesta fue: “la presencia del Nissan Leaf en cada país es una resultante de su matriz energética. Si la electricidad es producida por molinos eólicos, plantas hidroeléctricas u otras sustentables, seguramente el Leaf estará allí”.

El automóvil más tecnológicamente avanzado de este grupo es el Tesla, auto de lujo ganador de muchos adeptos alrededor del mundo.

El tema a solventar en este tipo de transporte es la autonomía, ya que, la red de cargas eléctricas demanda una fuerte inversión en infraestructura. De esta forma, la adopción de este tipo de transporte es parte de un escenario de energía sustentable.

Lo mejor de 2 mundos

Los autos híbridos han surgido como una opción de disminución de las emisiones de contaminantes y para hacerle frente a las limitaciones de autonomía.

Una sencilla explicación de una plataforma híbrida sería decir que se trata de un vehículo cuyo motor térmico mueve un eje y otro lo hace sobre las ruedas restantes. En vehículos de alto desempeño se tiene un motor eléctrico por cada rueda.

El conjunto trabaja acorde a las demandas de fuerza o velocidad del conductor del auto híbrido. Al frenar o desacelerar el auto, se cargan las baterías.

El punto débil del sistema es que, al transitar por lugares donde la demanda no es constante, como en una carretera sinuosa con subidas y bajadas, el consumo de combustible, gasolina o diésel, es similar al de un auto con motor térmico. Esto se hace evidente en ciudades con pocas áreas planas.

El máximo exponente de esta tecnología es el Toyota Prius. La gama de autos Toyota híbridos registra cifras de ventas mayores las 7 millones de unidades, desde el lanzamiento del primer Prius en 1997.

El mejor híbrido

La mejor solución dentro del campo de la movilidad híbrida ha sido el auto enchufable. Se trata de un carro híbrido cuyo motor térmico no alimenta de movimiento a un eje, sino trabaja para las baterías del motor eléctrico del auto, y éste último, sí está conectado a las ruedas motrices. Además, las pilas pueden ser cargadas a través de una conexión a la energía eléctrica domiciliar. Todo indica que esta fórmula eleva considerablemente el aprovechamiento energético, evitando las pérdidas por fricciones, calor, etc. Siendo, hasta el momento, el sistema de movilidad más energéticamente eficiente.

Sustentabilidad

La base filosófica del transporte ecoamigable es la sustentabilidad, entendida como una serie de prácticas orientadas hacia la eficiencia de la energía, en términos de mayor rentabilidad de las inversiones, tanto a corto, como mediano y largo plazos.

Es decir, se busca la menor huella de carbono en todo el ciclo: desde la concepción del auto hasta su funcionamiento y posterior reciclaje.

Néstor A. Larrazábal B.
Motor en TV

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