Una experiencia bajo de agua
El buceo deportivo se convierte en una opción para los amantes de la ecología y la fauna marina
Guatemala se encuentra bendecida al estar rodeada de dos mares y un gran número de accidentes geográficos acuáticos que, junto a su belleza, ofrecen una diversidad de opciones para disfrutar en diferentes épocas del año. Una de estas es el buceo deportivo, que con la experiencia es posible escalar los distintos niveles de práctica.
César A. López, instructor Máster PADI, de Provider.
Según César A. López, instructor Máster PADI, de Prodiver -Centro de Buceo 5 Estrellas-, aprender a bucear es fácil, ya que se comienza con el curso de Aguas Abiertas (Open Water Diver), en donde se ofrece un manual para autoestudio o en línea, se desarrollan las habilidades acuáticas en sesiones de piscina y así bucear en un lago o en el mar a un máximo de 18 metros o 60 pies de profundidad.
Los instructores de estos cursos deben estar avalados por asociaciones internacionales como PADI (Asociación Profesional de Instructores de Buceo) o la CEDIP (European Committe of Profesional Diving Instructor). Esto garantiza un aprendizaje seguro y confiable.
La mayoría de los cursos posee un mínimo de práctica de 32 horas, y al final de ellos se recibe una certificación o licencia, que es válida en todo el mundo y no pierde vigencia. En algunas academias o centros se hace un viaje, por un costo adicional, a sitios específicos de Guatemala o Centroamérica.
Romper la rutina
Para Carlos Elgueta, instructor de Squalo Dive Center, lo primero que se necesita para bucear son las ganas, ya que el miedo es posible quitarlo con la práctica.
“Es una experiencia bonita y accesible para quien tiene claustrofobia y vienen acá para perder ese miedo. También es para gente que disfruta la vida y el mar, que se desconecta en los viajes, deja el teléfono aparte y se olvida de los problemas”, expresa Elgueta.
El requisito primordial es que la persona interesada no tenga problemas con el corazón y, de ser posible, realizarse un chequeo médico previo.
Rodrigo Solórzano, de Pana Divers.
Por su parte, Rodrigo Solórzano, coordinador de Instructores de Pana Divers, comenta que, aprender a bucear es fácil y sencillo, se imparten cursos a niños desde los 8 años, a través de programas introductorios en la aventura del buceo y a la edad de 10 años ya pueden optar a la certificación de Junior Open Water Diver.
“El requisito más importante es la actitud, además bucear trae beneficios como el cambio de vida emocional, alcance de metas de una forma estructurada, trabajo en equipo, crea una conciencia de conservación para con la naturaleza y formación de nuevos amigos”, indica Solórzano.
Por otro lado, el buzo comercial Rodrigo Mussap considera que, el buceo implica esfuerzo en las condiciones del corazón; por ello, recomienda practicarlo de manera progresiva. “Al estar a 15 metros de profundidad no es posible salir así nada más. Para la práctica del buceo es fundamental una mente fría que le permita a la persona pensar mucho antes de actuar. El buzo no es una persona reactiva sino una persona con mayor autocontrol”, expresa Mussap
Sitios interesantes
Rodrigo Mussap, hombre rana del Ejército Italiano
César López exterioriza que, en Guatemala hay muchos lagos y lagunas interesantes para el buceo deportivo. Sus preferidos son Ayarza, Petén Itzá, Atitlán, Cenotes de Huehuetenango y Punta de Manabique. El instructor ha organizado viajes para los Cayos del sur de Belice conocidos como Zapotillos, en Honduras a las Islas de Roatán y Útila.
Solórzano, de Pana Divers, indica que en el Pacífico es posible bucear en los arrecifes artificiales de San José, Escuintla, y en los barcos hundidos del Chapetón, Santa Rosa. Sin embargo, el buzo comercial Rodrigo Mussap hace la aclaración que el Atlántico es el más interesante, ya que por su arena blanca ofrece mayor claridad y visibilidad profunda, mientras que la gran mayoría de las playas del Pacífico cuentan con arena negra.
Rompiendo mitos Se tiene la creencia de que el buceo deportivo es caro. Al impartirse el curso se presta el equipo y en algunos casos se alquila para ciertos viajes. El costo del curso varía entre los US$250 a US$400 según el nivel.
“Los cursos permiten al interesado viajar a cualquier parte del mundo y bucear con licencia internacional. Uno de los beneficios es que nunca vence su licencia y no se ven en la necesidad de renovarla. A la larga, la inversión no es cara”, expresa Elgueta, de Squalo Dive Center.
Por su lado, Rodrigo Mussap expresa que, en el buceo deportivo al comienzo prácticamente se puede alquilar todo el equipo, aunque conforme la persona se va interesando en el deporte va comprando más equipo. “La máscara es el primer componente personal, ya que debe adaptarse al usuario, mientras que el tanque de buceo es lo último que se adquiere por su costo. Además, por la ubicación de los lugares ideales para bucear resulta costoso para quien vive en la Ciudad Capital por el tema del desplazamiento”, expresa Mussap.
Consideraciones
Rodrigo Mussap, por su experiencia como hombre rana del Ejército Italiano, indica que cualquier persona está apta para el buceo, pero se requiere de un examen de esfuerzo para saber cómo están las condiciones de su funcionamiento cardíaco. “El mayor problema al practicar buceo es el proceso de descompresión. El cuerpo se pone a presión e ingresan moléculas pequeñas de nitrógeno al torrente sanguíneo. Por ello, al momento de salir o emerger se debe hacer a una velocidad precisa para permitir que la respiración libere el nitrógeno residual”, indica Mussap.
Lo que es un hecho, es que “no se puede practicar el buceo sin conocimientos previos. Es importante que se acerquen a las escuelas para contar con un entrenamiento mínimo y aprender a respetar el reglamento. No son reglas escritas solo porque sí, sino involucra física y química”, agrega Mussap.
Alejandro García Colaborador Revista GERENCIA editorialgerencia@agg.com.gt