Uso eficiente del tiempo

Ser organizados es indispensable para ser eficientes y efectivos

El tiempo simplemente acontece. No podemos reservarlo para cuando lo podamos disfrutar y tampoco sabemos de cuánto disponemos. Es una riqueza relativa que vale mucho si aprendemos a utilizarla y a sacarle el máximo provecho. Este consejo aplica para todos, sobre todo para las mujeres, que se han caracterizado por desarrollar habilidades multitarea en el desempeño de sus roles laboral y familiar, ya que muchas veces, no siempre, cuentan con una responsabilidad mayor en la crianza de los hijos, a pesar de desempeñarse en el plano laboral. 

Eso significa aprender a gastar el tiempo de forma efectiva. Para ello, debemos poner en práctica algunas estrategias que mejoren su administración. Los expertos aconsejan como primera medida ser muy hábiles en distinguir lo urgente de lo importante. 

No se trata de atender los pendientes cómo van surgiendo, sino de analizar el beneficio que representa concretarlos. Por eso, organiza las tareas de acuerdo con la prioridad y qué problema resuelven, y ejecútalas según los beneficios que te provea concluirlas. Te darás cuenta de que en el día hay muchos distractores que le restan tiempo a actividades urgentes. Seguramente muchas tareas son importantes, pero no urgentes, y pueden reprogramarse con un poco más de tiempo. 

Es así como una gran idea es crear una agenda diaria, basada en la planificación de la semana, del mes y del año. Los primeros minutos hábiles del día pueden dedicarse a la revisión de la agenda, y los últimos pueden ser usados para verificar que se hayan cumplido los pendientes según la prioridad. De esa forma, podrás comprobar tu rendimiento y aplicarte cuando no estés cumpliendo los objetivos que te propusiste. 

Muchas veces funciona establecer rutinas durante la jornada laboral. Es una forma de gestionar el tiempo de forma ordenada, por ejemplo, una rutina puede ser revisar la bandeja de los mensajes de correo electrónico con cierta periodicidad. Por otro lado, recuerda que colocar la tarea por realizar no es suficiente para ser efectivos, también se debe establecer el tiempo para concluirla. Así te darás cuenta de tu productividad por día, por semana, por mes. 

Ser multitarea no siempre es una buena idea por mucha capacidad que se tenga. Lo mejor es no acostumbrase a posponer el trabajo, decidirse por una tarea y concluirla de una vez, para no perder la concentración o para no perderte en otra actividad que te aleje del ímpetu con que comenzaste. 

Asimismo, no creas que todo lo puedes realizar de forma individual. Trata de confiar en otras personas y delegarles actividades. Por más que quieras, no podrás hacer todo, aprende a trabajar en equipo, te darás cuenta de que de esa forma podrás disponer de muchas más soluciones, creatividad y forma de atender cada problema, y también podrás disponer de más tiempo. 

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Redacción 
Revista Gerencia 
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