ADN corporativo, clave de la excelencia empresarial

La misión y visión de una empresa se convierten en el ADN corporativo. Por medio de estos enunciados se establecen los objetivos por los que se creó o persiste el negocio, son una guía para la planificación, definen comportamientos para el acercamiento con los clientes y son clave para el crecimiento y la rentabilidad.

La misión describe la actividad de la empresa dentro del ambiente empresarial y reconoce al público objetivo. En su redacción, usualmente se responden las preguntas ¿qué hacemos?, ¿a qué nos dedicamos?, ¿quién es nuestro público objetivo?, ¿cuáles son nuestras ventajas competitivas? y ¿qué nos diferencia de la competencia? Como resultado, se debe obtener una visión concisa, no muy amplia, que describa lo que hace la empresa y que explique lo que hace diferente.

Por su parte, la visión se centra en lo que se espera a futuro; es decir, la expectativa. Esta debe ser realista para alcanzar los objetivos propuestos, pero al mismo tiempo retadora. Algunos ejemplos de preguntas a responder son ¿qué se quiere lograr?, ¿dónde se quiere estar en el futuro?, ¿para quién se hará?, ¿se ampliará nuestra zona de actuación? Después del ejercicio de redacción, se espera una visión clara, entendible, atractiva, realista, recordable e inspiradora, redactada en una sola oración.

La misión debe incluir una meta que se pueda conseguir en un tiempo razonable, y sobre la visión se plantean las estrategias futuras de crecimiento y el tiempo en el que se espera alcanzarlas. Unificar ambos conceptos es sinónimo de desarrollo, progreso y rentabilidad para las empresas. Los expertos indican que contar con ellas es la forma de tomar ventaja de las oportunidades, estimular la creatividad y conseguir lealtad por parte de los clientes.

Se debe tener cuidado, porque contar con una visión y misión es importante para la organización solo cuando se socializa. Muchas empresas poseen un ADN corporativo muy bien redactado, pero que nadie conoce. Por ello, es de vital importancia comunicar esta información a los colaboradores, quienes irán alineando sus objetivos personales a esos enunciados. Las multinacionales y grandes empresas de éxito cuentan con una visión clara y una misión bien establecida, y trabajan para que todos los miembros de la empresa la cumplan, un esfuerzo que requiere constancia.

Como complemento, se deben establecer los valores que representan a la organización. Es decir, las creencias de la empresa que le permiten tomar decisiones y definir la conducta de los trabajadores. Al ser los principios éticos, deben ser recordados, cumplidos y convertirse en normas inquebrantables.

Los valores son los cimientos de la empresa, la razón de ser y el motivo para existir. Sin duda, estos tres elementos son la clave del ADN Corporativo, una de las herramientas más útiles dentro de la cultura empresarial.

Redacción
Revista Gerencia
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