La duda sobre los resultados obtenidos en la más reciente votación realizada en Honduras se cierne sobre Juan Orlando Hernández, quien tomó posesión nuevamente de la presidencia el 27 de enero de 2018.
Las elecciones se realizaron el 27 de noviembre del año anterior. En datos preliminares, se otorgaba ventaja a Salvador Nasralla cuando se habían contado casi el 70% de los votos. En esa noche, en la que se rasgaría la historia del bipartidismo en Honduras, se cayó el sistema informático y cuando este volvió, Hernández había remontado.
Ante la duda de los resultados obtenidos, la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos recomendó la repetición de las elecciones. Por su parte, la Misión de Observación
Electoral de la Unión Europea señaló que, la desconfianza suscitada por los resultados obtenidos se debió al cambio progresivo en la tendencia de los resultados, ya que los obtenidos del 90% de mesas no pudieron ser transmitidos electrónicamente desde los centros de votación, además de que la transmisión de datos se suspendió durante varias horas del 29 de noviembre, debido a “un problema de capacidad en uno de los servidores que obligó a su sustitución y la consiguiente transferencia de sus datos”, se lee en el informe.
El problema acontecido por la transmisión de los resultados en Honduras, pese a la revisión de actas de mesa realizada por la autoridad electoral hondureña, reabre la duda sobre la seguridad de los sistemas informáticos para la obtención, transmisión y procesamiento de los votos. Hay una nutrida lista de eventos electorales en los que se habla de injerencia extranjera, no solo durante la transmisión de resultados sino sobre todo durante la campaña electoral: Catalunya, Colombia, Francia, Alemania o México, son algunos de estos ejemplos.
La más sonada, en la que se habla de injerencia rusa es la de Estados Unidos y en la que el sitio DC Leaks mostraba información sobre creación de perfiles falsos en Facebook y Twitter, hackeo y filtración de correos electrónicos de miembros del partido demócrata.
Según un estudio realizado por The New York Times y la empresa de ciberseguridad FireEye, las cuentas falsas, muchas de las cuales eran automatizadas, llamadas bots, eran miles que publicaban mensajes contra Hillary Clinton. Las recientes medidas de prevención, que incluyeron cuentas de Twitter canceladas y el millón de cuentas que Facebok asegura cancelar diariamente, son una señal de que se las empresas de redes sociales no solo se han dado cuenta del problema, sino que están previendo situaciones futuras. Al parecer el problema electoral es de generación y manipulación de la opinión pública, mediante la difusión de mensajes determinados y que responden a intereses particulares.
El uso de la tecnología en los procesos electorales para el levantamiento del padrón electoral, para la emisión de votos y para el recuento, es una práctica común.
Roberto Velásquez, en el documento “Ciberseguridad electoral 2018”, cita que, muchos de los países no tienen regulaciones actualizadas sobre las redes de telecomunicaciones, por ello no se pueden fiscalizar las elecciones en los medios electrónicos y tampoco hay quién pueda hacerlo.
Mauricio Duarte, de PBS Guatemala
Incluso en el caso de emisión de voto por medio de boleta de papel se deben tener en cuenta ciertas medidas de seguridad. Mauricio Duarte de PBS–Guatemala indica que, la impresión de papeletas electorales tiene elementos de seguridad que no pueden ser replicados y que incluye la utilización de códigos, cifrados irrepetibles y codificados que evitan que se duplique una papeleta. Cada papeleta posee un código de respuesta rápida, el que se puede validar contra un sistema informático “que registre la utilización y prevenga que el mismo código sea utilizado más de una vez. Los códigos de respuesta rápida se leen fácilmente con dispositivos móviles y de esta forma se puede registrar el uso de cada papeleta”, añade Duarte.
En el caso de la emisión del voto electrónico es importante mencionar que, solamente seis países han implementado esta forma de votación: Bélgica, Estados Unidos, Brasil, Estonia, India y Venezuela.
Bélgica lo ha implementado en un 67% de las veces y Estados Unidos en un 35%. En el caso de Estonia es optativo y se respeta la posibilidad de emitir el voto en papel. Algunos de los países que lo han probado, luego lo han prohibido son Alemania, Finlandia, Holanda, Irlanda, Noruega y Reino Unido. De igual manera, Francia ha eliminado la posibilidad de emisión del voto electrónico en las elecciones legislativas.
Sajeev Babú Kurup, embajador de la
India en Guatemala.
India implementó el voto electrónico desde el año 1979, indica Sajeev Babú Kurup, embajador en Guatemala, quien cataloga la experiencia como positiva porque permitió llegar a votantes analfabetas y ampliar la cobertura de centros de votación hasta el punto de que en la última elección se recibieron 600 millones de votos por medio de 1.5 millones de máquinas (procesadores) habilitadas, y el resultado final se obtuvo en 2 horas.
Las fortalezas de este sistema son varias. Las máquinas funcionan con baterías y no están conectadas a internet. En cada centro hay un sistema de 2 máquinas para 3 mil 600 votantes. Estos dos procesadores están únicamente conectados entre sí. Uno sirve para que el votante emita el sufragio y en el otro hay un oficial de la autoridad electoral. La persona votante llega al cubículo, el oficial habilita la emisión del voto y se cuenta con 14 segundos para emitirlo y confirmarlo. Los votos se quedan en una memoria de la máquina, se embalan frente a los representantes de partidos y se envían a la central de la autoridad electoral.
Las principales ventajas, señala Babú, son la imposibilidad de manipular los procesadores y que, además, estas no estén conectadas a internet. Las máquinas son construidas por dos empresas estatales. El sistema es seguro, ya que la única forma de que no lo sea es que se introdujera un chip en la máquina, lo que es imposible. India ha compartido este sistema con Nepal, Bután, Namibia y Kenya.
Holanda había implementado el voto electrónico en 1965 y lo quitó en 2006. En un informe para los Países Bajos se enlistan ventajas y desventajas del voto electrónico. Advierten entre las desventajas que, es más sencillo lanzar un fraude de grandes proporciones porque los sistemas y el software son usados en un gran territorio. Además, para hacer un fraude electrónico solamente se necesita un pequeño grupo que pueda manipular un gran número de datos. Sin embargo, en este caso las desventajas están vinculadas a que el sistema está conectado a internet. Al parecer el caso de India es exitoso y replicable.
Roberto M. Samayoa O., Colaborador Revista GERENCIA editorialgerencia@agg.com.gt