La AGG nació para brillar

Entre los años treinta y los años cincuenta, como producto de la posguerra en Guatemala hubo un aumento de la capacidad adquisitiva y a la vez un incremento de la demanda de productos agrícolas y manufacturados, que favoreció el surgimiento de pequeñas industrias.

En ese lapso, debido a la Revolución de 1944, también hubo un cambio político y social de gran trascendencia histórica, que hizo florecer oportunidades para el país. Más adelante surgió el comercio intrarregional de mercancías que dio paso al Mercado Común Centroamericano, que benefició la proliferación de pequeñas fábricas, las que mediante préstamos bancarios y capitales extranjeros fueron modernizándose y ampliándose para dar espacio a nuevos negocios.

Sin duda, los retos para los empresarios eran diversos, y por esa razón se reunían para discutir la forma en qué gerenciaban sus negocios, a falta de que en Guatemala existiera una organización que los capacitara en las tendencias mundiales de la administración de empresas. Es así como aprovechaban las vivencias de cada uno, para resolver los problemas cotidianos que afloran en toda organización.

Nace un liderazgo de 60 años
Antes que finalizara la década de los años cincuenta, los empresarios que se reunían para hablar sobre sus negocios fundaron la Asociación de Gerentes de Guatemala, y así formalizaron y profesionalizaron las labores de capacitación de todo un gremio de productos y servicios comerciales, industriales, financieros y agrícolas.

La Asociación de Gerentes de Guatemala vio la luz un 13 de octubre de 1959, en su creación firmaron la Declaración de Propósitos 20 reconocidos empresarios.  Así nació “una entidad no lucrativa y apolítica de hombres de negocios, interesados en promover el mejoramiento de las empresas, el desarrollo de la economía nacional y la elevación de los niveles de vida por medio de la aplicación de los principios de gerencia y la administración científica”, según un extracto del documento.

Carlos Simons Paganini (+), el primer presidente electo, comentó en una edición de GERENCIA -de 1989- su deseo por crear nueva sangre para la dirección de empresas en Guatemala. “Éramos jóvenes empresarios, entre los 30 y 40 años, y teníamos la esperanza de que el país saldría adelante, ya que recientemente se había formado el Mercomún y teníamos fe en que se nos abrirían las puertas del progreso”, advirtió.

Los empresarios sabían de la dispo-nibilidad de fondos internacionales que esperaban ser invertidos en la capacitación, y entonces surgió la idea de utilizar esos recursos en el desarrollo de sus empresas. Primero se creó un comité y siete meses después la Asociación, que hoy agremia a casi 2 mil empresarios.

A las primeras reuniones llegaban unas 30 personas. Por votación surgió la primera Junta Directiva, presidida por Simons. Y, al igual que en la actualidad, su propósito era la captación de asociados. El primer grupo de ellos se formó en la capacitación inaugural, a cargo del conferencista mexicano Carlos Camposano, quien habló sobre los beneficios que había traído para México la creación de una asociación de empresarios.  En ese momento se asociaron a la AGG las primeras 75 personas, a quienes se recibió con el tradicional y aún vigente desayuno de bienvenida, en donde se les impone el pin que los acredita como Socios.

Desde entonces, la Asociación ha sido un referente de la capacitación gerencial en el país con un portafolio de cursos, conferencias internacionales, talleres y seminarios, los que por medio de una cuota de membrecía ofrecen a sus socios, y de forma abierta a los gerentes y empresarios del país. En 1984, la AGG recibió la Orden del Quetzal, en el Grado de Gran Cruz, y le fue otorgada por el expresidente Óscar Humberto Mejía Víctores, por su crecimiento de 25 años y su aporte al sector gerencial y a la vida pública nacional.

Beneficios que han hecho historia
Las capacitaciones de la AGG  han dejado huella. Una de ellas es el Intercambio Gerencial, una charla semanal en la que expertos en diversos campos de la actividad empresarial ponen sus conocimientos y experiencias al servicio de los socios. Hoy en día, estas charlas son conocidas como Actualización Ejecutiva. En estas charlas se dieron a conocer “los martesianos”, que eran los Socios que de forma permanente asistían los martes al programa, entre ellos se encontraba Martita de Zelada, Luis Aquino, Guillermo Alvarado, Jorge Eskenasy Rosales, José Pinillos, Azucena de Pinillos, Julio Castellanos Martínez y Jorge Monroy, por mencionar a algunos.

De los programas icónicos de la AGG, destaca el Curso Integral de Perfeccionamiento Ejecutivo (CIPE), vigente desde los años ochenta, y el que se ha impartido también en las versiones CIPE Avanzado y CIPE Ventas. Con 38 años de experiencia, esta capacitación se ha perfeccionado para brindar a los gerentes una panorámica completa de la gerencia. Dentro de los primeros instructores cuentan Diego Pulido Aragón, Richard Aitkenhead Castillo, Alberto De Aragón, Sergio Paz Andrade, Francisco Pérez de Antón y Rodolfo Gutiérrez Machado.

Así también, desde 1999 la mujer ha contado con un espacio dentro de los beneficios de la membrecía con el programa Liderazgo de la Mujer Ejecutiva, que a la fecha recibe entre 400 y 500 mujeres en cada charla mensual. Otro de los beneficios valorados es el Curso para Socios, que se dio por primera vez en 2001.

Dentro de las publicaciones más importantes se encuentra la Revista GERENCIA, que circuló su primera edición en octubre de 1967. “Cuando ni los matutinos tenían una sección de economía o negocios en sus páginas”, cuenta el artículo de GERENCIA “Mejores gerentes hacen mejores empresas”, en su edición especial por el quincuagésimo aniversario en 2017.

Otra publicación permanente ha sido el directorio Páginas Gerenciales, que desde la fundación de la AGG registra los datos de contacto de los asociados. El documento es considerado una herramienta de negocios. Ahora se ofrece en las versiones física y digital.

En la larga lista de actividades de la AGG no puede faltar el Programa Cívico Permanente, un compromiso paralelo a la apertura de la democracia de Guatemala. El primer foro político aconteció en 1978, en un ambiente hostil en el que los organizadores se vieron amenazados, al punto de tener que instalarse con sus familias en un hotel capitalino. Desde entonces, el compromiso se mantiene. En 2019, se realizaron 13 foros cívicos, 22 foros políticos y 5 debates con vicepresidenciales, candidatos a alcalde capitalino, candidatos a diputados y presidenciables en primera y segunda vuelta electoral. Los foros políticos contribuyen a la formación ciudadana y al fortalecimiento de la democracia, pues buscan el voto consciente e informado.

En la historia más reciente aparece en 2005 el Gerente del Año, que en una ceremonia especial exalta los valores gerenciales del país, con los premios Expansión, Creatividad e Innovación, Gerente Joven, Gerente en Gestión Global y Gerente del Año. A partir de 2019, son los Socios quienes nominarán las categorías y, como ya es costumbre, la votación será pública a través de las redes sociales.

Otras actividades quedan en la memoria de la Asociación como modelos de orgullo del trabajo de todos los equipos humanos que se han esforzado para que la institución trascienda. Entre ellas se encuentra, el Salón del Automóvil, la Carrera de Gerentes (10k) y las conferencias internacionales de Márquetin, Recursos Humanos, Informática, Ventas y Secretarial, así como la entrega de la Medalla Armando Diéguez Pilón.

La lista de éxitos, los planes futuros, el compromiso genuino de la AGG con sus Socios, la labor de las Juntas Directivas y la dedicación de los equipos de trabajo confirman que la Asociación seguirá trascendiendo y que nació para “formar gerentes líderes que hagan competitivas a sus empresas y de esta forma contribuyan a la sociedad”.

¡Enhorabuena, sigan adelante!

Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.com.gt