Constructores esperan que el mercado se mantenga estable
La expectativa del sector inmobiliario es que la compra y venta de propiedades continúe y que la recuperación sea rápida
Aunque la crisis por el Covid-19 ha golpeado fuerte a los constructores, se espera que la oferta y demanda inmobiliaria se mantengan, debido a que el encierro ha evidenciado necesidades y oportunidades en el área de vivienda, un dinamizador económico que mejora la calidad de vida de las personas.
Uno de los diferenciadores del mercado inmobiliario es que la reacción de la oferta y demanda es lenta. Estos días de encierro permitieron que las familias se dieran cuenta si el lugar en donde viven les quedó pequeño, perfecto o muy grande, por lo que deberán tomar decisiones, eso mantendrá dinámico el mercado, asegura Juan Carlos Salazar, director de Urbop. “Puede ser que salgan ofertas inmobiliarias, pero el mercado las va a absorber, hay gente que cuenta con el capital y aprovechará la oportunidad”.
Hay inversionistas interesados en los inmuebles, porque su negocio es rentar y comprar, además, cuentan con capital y ahorros, por lo que prefieren invertir en un inmueble que mantener el dinero en el banco, porque es más rentable. “Si hay una baja en la tasa pasiva irán por una inversión segura”, explica Salazar.
En Guatemala no hay una burbuja inmobiliaria que termine en una crisis hipotecaria como la que hubo en Estados Unidos, debido a que los bancos del sistema son conservadores al brindar préstamos hipotecarios, ya que evalúan bien la ubicación del inmueble y la capacidad de pago, expresa María Eugenia Mayén, presidente de la Gremial de Profesionales Inmobiliarios (GPI).
Mayén considera que hay sobreoferta en algunas zonas de la capital, entre ellas, las zonas 10, 14 y 15, pero que los precios se han mantenido estables. Lamenta que el sector construcción esté detenido por el Covid-19, pero cree que la tasa de interés no bajará y se mantendrá entre un 8% y 10%, en los préstamos hipotecarios en quetzales.
Procesos detenidos
En el webinario “Situación actual del sistema bancario como aliado del corredor de bienes raíces”, Pedro Ramírez, presidente de la Cámara de Corredores de Bienes Raíces de Guatemala, expresó que hay personas que han preferido pausar el proceso de compra o de pago, por lo que hay lentitud.
La venta de proyectos inmobiliarios en la ciudad y su periferia, en la primera quincena de 2020, era de 675 a 700 unidades al mes. El inventario por vender suma más de US$880 millones, y se estimaba que las unidades habitacionales se hubieran agotado en un plazo de 10 meses.
María Isabel Santa Cruz, gerente de colocación banca persona de BAC Credomatic, expresó que 2019 fue un excelente año; sin embargo, los números cayeron drásticamente en los últimos meses. Asegura que hay una baja significativa en cuanto a la recepción de solicitudes para obtener créditos, aunque no han cambiado las políticas, las evaluaciones son más minuciosas. “La entrega de los proyectos inmobiliarios se pospusieron seis meses, por lo que la recuperación del mercado se espera que sea hasta 2021”.
Diana Zelaya, jefa de negocios hipotecarios, asegura que, en este momento, como requisito, el comprador debe ser asalariado y que la empresa pertenezca a una industria que no esté tan afectada por la pandemia, así como el 20% de enganche.
Janio Rosales, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de la Construcción, señala que, según datos de la Superintendencia de Bancos de Guatemala, la tasa de interés, para abril de 2019, era del 9.28%, mientras que, en el mismo mes de 2020, se ubicó en 9.17%, una caída de -0.11 puntos. Lo que permite que sea más fácil adquirir una vivienda.
Para Jorge Benavides, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), en las crisis asociadas a problemas financieros, una inversión común es trasladar capitales a la adquisición de bienes inmuebles. No obstante, las características de esta crisis han impactado otras áreas de la economía, específicamente el consumo, por lo que no se espera un acaparamiento o un traslado de capitales hacia activos fijos.
Banqueros y desarrolladores reportan que las ventas son estables, afirma Eduardo Tabush, expresidente del Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA), obviamente atienden a individuos que no están afectados por la crisis. “Nadie debe endeudarse por 25 años si no sabe si tendrá trabajo el próximo mes. La gente ve la vivienda como una inversión muy segura, un lugar donde pueden poner sus ahorros, no solo en Guatemala, así es en Colombia y México, entre otros países”.
El área no residencial (bodegas, oficinas, locales comerciales, ofibodegas) podría verse más afectada, porque quedó al descubierto que se puede trabajar de manera remota, eso hará que algunos ya no deseen 500 metros cuadrados y consideren que el trabajo lo pueden hacer en 100 metros y tener a los trabajadores en su casa, asegura Tabush.
El país está en crisis y los proyectos en planificación y construcción se deben reestructurar, hay cambios en costos por los nuevos protocolos. La demanda de información de vivienda es fuerte, pero el mercado inmobiliario crecerá de nuevo de manera acelerada. “La tasa de interés no variará mucho, en cuanto a los créditos de vivienda”, considera Salazar.
Mayén señala que, para la reactivación del sector inmobiliario es importante que las autoridades consideren aspectos importantes como la reducción del impuesto al inmueble de primera venta, la suspensión del pago de ganancia capital y se revise el pago del Impuesto Único Sobre Inmuebles (IUSI).
“Es responsabilidad del Gobierno Central y Municipal apoyar para que las familias guatemaltecas cuenten con una vivienda digna, adecuada y saludable, así como generar plataformas favorables para que las entidades financieras apoyen el financiamiento habitacional”, refiere el presidente de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (Anacovi), Hugo Bosque. Sin embargo, las personas no se pueden endeudar solo porque el precio de una vivienda parezca atractivo o bajo.
El año 2020 trajo consigo desafíos para el mercado inmobiliario, las proyecciones hechas por el sector han sido modificadas, por lo que los criterios para brindar créditos inmobiliarios se ajustaron, sin embargo, se espera que la oferta y demanda de propiedades se mantenga para que el impacto no sea tan fuerte.
El sector construcción representaba un 4.4% del PIB en 2019, siendo uno de los sectores con mayor dinamismo en la economía del país. Sin embargo, según proyecciones del Banco de Guatemala, se espera que en 2021 el sector represente un 4.1% del PIB, concluye Rosales.
Guillermo Ramírez
Periodista
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt