Igualdad para las mujeres en los espacios de trabajo

La situación laboral de hombres y mujeres continúa presentando características diferentes

La encuesta “La participación de la mujer en el mundo laboral”, realizada por la Revista Gerencia, publicó que en un 69% existe igualdad de género en cuanto el acceso a puestos ejecutivos o clave dentro de las organizaciones, y que, en un 75%, existe paridad en el tema de salarios. Así lo perciben los gerentes y empresarios que participaron. Lo curioso es que, al mismo tiempo que están convencidos de esta igualdad y equidad, advierten que todavía existen retos importantes que deben superarse para que la mujer comparta igualdad de condiciones, entre ellos, la falta de reconocimiento, menos oportunidad de promoción, discriminación y acoso.  

Es como decir: “en mi empresa no pasa, pero en otras tal vez sí”. Porque, de alguna forma esas situaciones siguen siendo visibles.  

El texto “Igualdad de género en el trabajo: estrategias y propuestas”, explica que la igualdad entre mujeres y hombres ya es un principio jurídico universal, inserto en el ADN de la construcción europea. Y es que, tanto en Europa como en el resto del mundo, existen iniciativas dedicadas a erradicar la discriminación por género; pero, tal y como lo perciben en la encuesta, aún persisten reductos de discriminación para las mujeres, relacionados con una diversidad de temas. 

Pedro Rey, profesor de Economía y Finanzas, de Esade, decía muy acertadamente que, “tener a un grupo en situación de discriminación, en este caso a las mujeres, es una pérdida absurda de capacidad competitiva y de productividad. Y es que, se trata de sumar fuerzas, no de competir, por lo que los ambientes de trabajo deben ser cada día más igualitarios para que las empresas obtengan ventajas competitivas.  

ONU Mujeres también hacía referencia al empoderamiento económico que se le debe hacer a las mujeres. Ya que aún están rezagadas en el acceso a la tierra, el crédito y el empleo decente. Por otro lado, listaba que por la discriminación terminan desempeñando trabajos no seguros y mal pagados, y que siguen siendo una pequeña minoría la que se ubica en puestos directivos.  

La buena noticia es que, de las empresas depende el impulsar planes de igualdad que ayuden a reducir las brechas en todo sentido: equidad en número de empleados, salarios o el número de ejecutivos mujeres en puestos clave. El beneficio es para la empresa y la sociedad en su conjunto. 

Por ello, se deben fomentar los ambientes de trabajo inclusivos, la igualdad en el desarrollo de oportunidades personales y profesionales y promover el empoderamiento de la mujer para que alcancen una vida autónoma, que les permita participar en términos de igualdad laboral y así tener el mismo acceso a los recursos, al reconocimiento y a la toma de decisiones. 

 Ileana López
Directora de Comunicación
AGG 

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