El “team spirit” favorece la productividad
¿Por qué cultivar amistades en el entorno laboral?
En la actualidad, la amistad en el ámbito laboral es considerada un valor, que puede enriquecerse con elementos como el respeto, la confianza, la generosidad y la sinceridad.
La amistad en el trabajo debe ser genuina, producto de relaciones de convivencia sanas, que motivan el “team spirit” o espíritu de equipo. Es a través de esta interrelación que puede estimularse el crecimiento individual como parte del capital intelectual de una empresa, lo que a su vez promueve la productividad y el éxito.
Al igual que la vida personal, la vida profesional también necesita de otros para enriquecerse y para proveernos perspectivas que por sí mismos no alcanzamos a ver. Y es que, como decía Walt Disney, “los grandes logros de cualquier persona, generalmente dependen de muchas manos, corazones y mentes”. Y de ello trata el espíritu de equipo, de que gracias a la empatía y al buen compañerismo, las expectativas personales trascienden a las grupales, y dan lugar a la sinergia productiva y a un clima laboral excepcional en donde los colaboradores se sienten a gusto en sus puestos de trabajo.
En un equipo, cada uno de sus integrantes se nutre y aprende de los demás, las fortalezas y debilidades de unos y otros se compensan, la creatividad se torna más fluida y las metas y objetivos se cumplen con mayor rapidez. Lo que es más difícil que suceda en un ambiente frío y hostil. Y es que, un colaborador que se aísla, que se cierra, que no comparte y que no es capaz de desenvolverse en convivencia, no crece de la misma forma que el equipo y, por lo misma razón, tampoco puede aportar a la organización.
Por ello, como persona individual debe aprender a convivir en comunidad y alcanzar los niveles indispensables de confianza. De esta forma, podrá compartir responsabilidades y mantener el espíritu de amistad que le permitirá el cumplimiento de logros grupales, que son mucho más consistentes y valiosos que los que por sí sola una persona pueda alcanzar.
Un proverbio africano dice, “si quieres ir rápido camino solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado”, lo que ratifica la importancia de contar con los demás, y eso implica contar también con su respeto, compromiso, admiración y reconocimiento, sin importar qué puesto se ocupa cada en la escala jerárquica. Porque si algo queda claro es que, los logros benefician y se disfrutan por lo que son y no por quienes los han alcanzado.
Así es que, tanto en la vida privada como en la profesional, quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Y en la empresa, esos tesoros nutren al equipo y contribuyen al cumplimiento de las metas y compromisos globales. Por cada persona que forma parte del equipo, podrá haber una cuota de optimismo, diferentes puntos de vista, el apoyo incondicional, el buen sentido del humor y la búsqueda de soluciones que suman. Y todo ello coadyuva a la salud mental y emocional de los equipos de trabajo.
A decir de los expertos en relaciones laborales, lo importante es no confundir “amistad” con “amiguismo”, que es la tendencia a favorecer a los amigos en perjuicio de otras personas, o permitir “conflictos de intereses”, que se dan cuando un miembro del personal participa en una actividad que lo beneficia a él y no a su empleador.
Con el anterior punto aclarado, los expertos en recursos humanos afirman que, mantener relaciones de amistad en el plano laboral es un buen método para reducir los niveles de estrés. Por si fuera poco, con ello el desempeño mejora, las energías aumentan y la más beneficiada es la productividad.
Enhorabuena para aquellas empresas en las que los colaboradores se sienten parte de una familia laboral, en donde el entorno es armónico y en donde se cultivan las buenas relaciones, las que trascienden más allá del trabajo y más allá de los años.
Ileana López
Periodista
Revista Gerencia
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