Conocer al consumidor es tarea de todos

Manténgase cerca de sus clientes

Los trabajadores de una empresa alardean del amplio conocimiento que alcanzan sobre los productos y servicios que prestan. Sin embargo, muchas veces no conocen y no se preocupan por saber quiénes son sus consumidores, las personas que están dispuestas a pagar por aquello que ofrecen o mucho menos sus patrones de conducta. Aunque esta es una tarea que concierne a los departamentos de mercadeo, conocer a los clientes es útil para todos, porque de esta forma se pueden identificar nuevas necesidades o se pueden ofrecer soluciones más acertadas. 

Aunque el consumidor regularmente se comunica con el vendedor o con el intermediario, sus intereses y gustos son vitales para generar empatía y afinidad por la marca, desde la concepción de los productos o servicios. De allí que, sus tendencias de consumo, la frecuencia con que compra, el valor que le brinda nuestro producto o servicio y la necesidad que le estamos satisfaciendo son del amplio interés de todos. 

Tener a los consumidores en la mira es indispensable para ser los mejores del mercado y para contar con estrategias digitales que les hablen y los comprendan. Se debe tener claro por qué se acerca la persona a la marca, por qué nos hace un reclamo, cuál es el empaque de su preferencia, la forma en que le gusta que le hablen, cuál es la hora más oportuna para decirle algo o qué es lo que quiere escuchar. Y todo ello, se convierte en una ventaja competitiva que se, sin duda, se reflejará en el rubro de ventas.

¿Alguna vez se ha interesado por conocer el perfil de sus clientes? Sabe las edades que tienen, el género, a qué se dedican o los estudios que poseen. Conoce sus nombres o la razón por la que compran. Manejar esta información solo puede ayudarle a tomar decisiones acertadas y a planear mejor los movimientos de la marca. De allí la importancia de interactuar con los consumidores, de escuchar sus quejas, de atender sus requerimientos en las redes sociales y no solo de imaginarse estereotipos de a quién le gustaría tener como cliente.  

El perfil de un cliente no puede estar basado en supuestos, ficticios o características imaginarias, y menos cuando la inteligencia artificial y la tecnología nos brinda tantas ventajas. Por ello, recabe datos, recurra a los estudios de mercado, preste atención a la posventa, acérquese al consumidor de su marca, cree vínculos que le permitan interactuar con ellos, y con base en esa información analice los hábitos, gustos y comportamientos y, hasta entonces, desarrolle sus estrategias de marca. 

No siempre quien compra es el consumidor final. Ponga atención en los atributos que está dando al producto y en las estrategias que están dando a conocer la marca. Muchas veces son distintas personas, por ejemplo, las mamás son las que hacen las compras de los hijos y algunas veces de la pareja, es allí en donde debe acoplarse el tono y el estilo del mensaje, porque influirá en la decisión de compra del producto que utilizará su cliente final. 

Dentro de las tareas habituales, interactúe con los consumidores, plasme en papel sus comportamientos, pregúnteles qué los motiva, haga bases de datos útiles, conozca los hábitos de consumo, descubra los patrones de preferencias, monitoree las redes sociales y vea si son los ecosistemas digitales en que se mueve su marca y si está hablando el lenguaje apropiado a su consumidor. Finalmente, utilice los KPI o indicadores clave para formular estrategias eficientes de marketing. 

Redacción 
Revista Gerencia 
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