La gestión del transporte a través de tres dimensiones esenciales

Estrategias para una mejor gestión del transporte por parte de las empresas

El transporte es un factor clave para el desarrollo económico, el mejoramiento de la calidad de vida y el éxito de las cadenas de suministro. Y ese éxito está asociado a la capacidad de las empresas de llegar al consumidor final, porque los productos son raramente elaborados y consumidos en un mismo lugar.

Por lo anterior, la gestión del transporte puede mejorar a partir del entendimiento de tres dimensiones esenciales: selección de modos de transporte y diseño de la red de distribución, solución del problema de ruteo y manejo de diferentes factores de riesgo.

Modos de transporte y redes de distribución
Las decisiones de transporte están asociadas a las decisiones de inventario y, por lo tanto, a la rentabilidad de las cadenas de suministro. Por ello, los costos altos de transporte son justificables si se garantizan costos bajos de inventario. Similarmente, altos inventarios son atractivos si los costos de transporte son bajos y los clientes están dispuestos a esperar por sus productos. Una vez entendida la relación entre los costos de transporte y el inventario, una de las principales decisiones es la selección del modo de transporte: terrestre, aéreo, ferroviario, marítimo, tuberías o empresas de transporte.

Los diferentes modos compiten entre sí ofreciendo diversos niveles de costos y tiempos de entrega. Por ejemplo, los transportes marítimos y ferroviarios son los más económicos, pero los tiempos de envío son altos. Así, estos dos modos de transporte son usados para productos que viajan en altos volúmenes y que son de bajo valor comercial. Por el contrario, el transporte aéreo es el más rápido, pero al mismo tiempo es el más costoso, por ello, se usa para productos de alto valor comercial o con los que se requiera un alto nivel de servicio. Sin embargo, considerando las particularidades de los productos e infraestructura de los países se debe evaluar la integración de más de un modo de transporte con el fin de minimizar los costos totales.

La segunda decisión está asociada al diseño de la red de distribución. Los envíos pueden ser realizados directamente de un punto de origen a uno de destino o pueden pasar primero por alguno de consolidación. Los envíos directos son más atractivos cuando los nodos de destino requieren altas cantidades de producto, como es el caso de las transacciones negocio a negocio. Sin embargo, cuando se tienen transacciones negocio a consumidores, los puntos de consolidación son una mejor alternativa. Los productos se consolidan según las (pequeñas) demandas de cada uno de los consumidores y luego se distribuyen.

Problema de ruteo
Los modelos de ruteo determinan las rutas que debe seguir cada vehículo de la flota de la empresa. Cada uno tiene un punto de origen, un punto de llegada y un conjunto de clientes por visitar, a los cuales se les debe satisfacer la demanda. El objetivo principal es determinar los recorridos que minimizan tanto los costos totales de la distribución, como los tiempos de la entrega de los productos que garanticen la satisfacción del cliente, al considerar las restricciones de demanda, de capacidad de cada uno de los vehículos y de tiempo máximo en cada una de las rutas.

La complejidad de los problemas aumenta exponencialmente con la inclusión de clientes y vehículos. Dados los requerimientos asociados a un alto nivel de servicio y a los pedidos fluctuantes de los clientes, este tipo de sistemas requieren de una optimización dinámica, por lo que se hace necesario el uso de herramientas informáticas como una fuente de ventaja competitiva para las empresas. Estas herramientas informáticas vienen equipadas con modelos matemáticos robustos y técnicas avanzadas de modelación que permiten solucionar los problemas de forma exacta (para los problemas más sencillos) o de forma aproximada (para los más complejos). Por lo tanto, para aumentar su capacidad competitiva, las empresas deben adaptarse a las nuevas tendencias digitales, lo que les permitirá la recolección y el uso adecuado de información, garantizando una mejor utilización de la flota de vehículos y un mejor nivel de servicio.

Gestión del riesgo
Una buena gestión debe contar con un plan de contingencia para mitigar los riesgos asociados al transporte de los productos. Se deben considerar diferentes riesgos: que los envíos se retrasen y que no lleguen al destino final, debido a alguna disrupción. Estos dos tipos pueden ocurrir debido a la congestión en el sistema. El impacto de la congestión se reduce moviendo los inventarios más cerca del destino final o diseñando redes de transporte con múltiples rutas que permitan cambiar en tiempo real. Y, un tercer riesgo es causado por el transporte de un material peligroso, en cuyo caso se debe minimizar el impacto que pueda ocasionar en personas o en el ambiente, a partir del uso de contenedores y modos seguros de transporte.

En conclusión, una adecuada gestión del transporte parte de la comprensión y aplicación de estas tres dimensiones: primero, la selección adecuada de los modos y redes de transporte, a partir del entendimiento de la importancia de los niveles de inventarios, de los costos y del servicio al cliente. Segundo, la selección de rutas para la flota de la empresa utilizando herramientas matemáticas y tecnológicas adecuadas y finalmente, una buena gestión del riesgo para mitigar los imprevistos que puedan ocurrir a lo largo del transporte de los productos.

Sebastián Villa, PhD
Profesor asistente, Facultad
de Administración,
Universidad de Los Andes
s.villab@uniandes.edu.co

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