Transforme sus ventas a crédito en capital de trabajo
Recurra a financiamientos de corto plazo, que le proveen liquidez de forma segura
Mercofact ofrece una alternativa de financiamiento a corto plazo que mejora su rentabilidad y flujo de caja. La compañía nació en 2009 en República Dominicana, y 10 años más tarde comenzó operaciones en Guatemala, para ofrecer a las pequeñas y medianas empresas acceso a capital de trabajo por medio de sus cuentas por cobrar.
Una oportunidad única y una herramienta de última generación que le permite a las empresas capitalizarse y que, además, está garantizada por la nueva legislación en temas de garantías mobiliarias y de factoraje.
El mercado de factoring es “la herramienta electrónica que utilizan los usuarios para operaciones de factoraje”, comenta José Javier Robles, gerente de Operaciones de Mercofact Guatemala. Quien comenta que, el proceso consiste en 4 pasos. El interesado en obtener capital pone a disposición un título de crédito, es decir, una factura. El interesado en comprar ofrece una tasa de descuento por ese título. Al negociar y coincidir en la cifra ambas partes, la plataforma genera los contratos para que firmen ambos, ya sea de manera electrónica o física.
Robles explica que, el servicio se ofrece a “personas jurídicas e individuales que quieran tener una infraestructura para obtener financiamientos no bancarios, por medio de sus cuentas por cobrar”. Con la ventaja de que se puede hacer a la medida de quien contrate el servicio. La participación de Mercofact se limita a “la administración de la herramienta y a la creación del ambiente dentro del cual se hacen las operaciones entre usuarios privados”.
Para ello, las personas individuales o jurídicas que requieran capital de trabajo y puedan garantizarlo con sus cuentas por cobrar -sin importar el volumen de operación-, deben cumplir con un proceso de verificación legal y financiera, a cargo de Mercofact.
Garantía en las operaciones
Robles comenta que, en Guatemala existe protección para quienes compran derechos de créditos. Esta se encuentra dentro de la Ley de los Contratos de Factoraje y Descuento y el Código de Comercio y el Registro de Garantías Inmobiliarias.
“El Código de Comercio es quien establece a la factura como un documento fehaciente que contiene una cantidad líquida y exigible de dinero, un deudor, un acreedor y un plazo determinado para el cumplimiento. Y, como todo título de crédito, son endosables y transferibles, por lo que se consideran un bien mueble”, cuenta a Gerencia.
Por su parte, la Ley de los Contratos de Factoraje y Descuento, establecen a estos contratos como una modalidad denominada “con recurso”. Es decir, quien vende los derechos de crédito es responsable del pago del crédito. Por lo que, el vendedor es responsable de los daños y perjuicios en caso de incumplimiento. La legislación otorga al comprador de los derechos de crédito, la facultad de gestionar el cobro del derecho que ha adquirido.
Así también, el comprador puede inscribir su contrato en el Registro de Garantías Inmobiliarias. Con ello, se clarifica el derecho de prelación público sobre los bienes muebles adquiridos en garantía.
Esta opción ha sido de gran beneficio para las empresas, pues abre las puertas a capital privado, de instituciones que están dispuestas a financiarlas a una tasa de mercado. “Una alternativa a los métodos tradicionales de financiamiento, que ha mostrado eficiencia, sin que los usuarios sigan acumulando pasivos”, expone el gerente de Operaciones de Mercofact, quien invita a los gerentes a conocer esta herramienta de última generación, disponible en el mercado nacional.
Redacción
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